Son muchos los domingos en los que no queda más remedio que seguir con la rutina laboral, trabajando, y tenemos dos opciones: podemos hacer de ello un drama y asunto harto importante y trascendental, categorizándolo incluso de tema de estado, o sacar conclusiones sólo positivas. Para variar, hoy he tomado esta última inclinación, y aún madrugando en exceso, el regalo con el que me he reencontrado me ha resultado de una belleza, sólo descriptible a través de las imágnes.
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(Foto con el móvil) |
Estando ubicada, la Catedral de Cuenca, en un entorno casi de cuento, la Seo se yergue como inacabada sobre este conjunto único, el Casco Histórico de Cuenca, acicalado permanentemente para el visitante, en perfecto estado de revista.
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(Foto con el móvil) |
La sensación de tranquilidad y paz que, en esta mañana fría, he recibido de este peculiar lugar, no se paga con dinero, sólo se puede corresponder con un recuerdo sincero desde este rincón.
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No obstante no os relajéis en exceso, el mal siempre acecha y hay que estar ojo avizor.
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Tened cuidado, el diablo no descansa.
(Foto realizada con el móvil) |
Cuenca y sus amables vecinos, de mentes abiertas y tolerantes, te esperan para ser atendido con aires siempre nuevos y cargados de modernidad.
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(Foto con el móvil) |
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(Foto con el móvil) |
Adiós, me alejo a travé de las múltiples rutas que el cielo me propone. Nos vemos.
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(Foto con el móvil) |